La
gripe, o influenza, es una infección respiratoria causada por el virus de la
influenza de tipo A y de tipo B. Es altamente contagiosa; el virus habitualmente
ingresa al organismo a través de la boca, la nariz u ojos. Cuando una persona
con gripe tose o estornuda, el virus puede ser inhalado por cualquier otra
persona que esté cerca. Los primeros en tener gripe son los niños de edad
escolar que luego la llevan a su casa.
En
una temporada de gripe leve se infecta alrededor del 10 al 15% de la población.
Si la epidemia es más grave, el 20% o más puede infectarse.
Síntomas.
En general, la gripe ataca 1 a 3 días después de la exposición al virus. El
comienzo de los síntomas es abrupto e incluyen: fiebre, escalofríos, dolor
muscular y de articulaciones, tos, dolor de cabeza, dolor de ojos, cansancio y
debilidad. A veces también se presenta obstrucción nasal y dolor de garganta.
Uno se “siente como si le hubiera pasado un camión por encima”.
Un
caso severo de gripe deja en cama a un adulto o a un niño durante 3 a 5 días.
La tos o el cansancio pueden persistir durante semanas. La gripe puede ser
una enfermedad grave; en nuestro país se infectan aproximadamente 5
millones de personas por año y por las complicaciones mueren más de 2.000
personas anualmente.
Para
las personas mayores de 65 años y aquéllas de cualquier edad con enfermedades
crónicas (como diabetes, asma, HIV, cardíacos) la gripe puede ser una
enfermedad más grave. También se complican con más frecuencia con infecciones
que pueden llegar a ser fatales, como la neumonía.
Prevención.
Para prevenir la gripe o disminuir su gravedad, puede vacunarse cada otoño,
especialmente luego de los 65 años de edad. La vacunación es la mejor
posibilidad de protegerse.
Sin
embargo, la vacuna no siempre es eficaz, debido a que los virus de la gripe para
los que protege, pueden no ser los mismos que están circulando en el área; por
eso puede ocurrir que habiendo recibido la vacuna esa persona podría igual
engriparse.
¿La
gripe se puede curar con antibióticos?
Dado que la gripe es una infección viral, no puede tratarse con antibióticos.
Éstos sólo son útiles en el caso de sobreinfecciones bacterianas
(complicaciones de la gripe).
La
gripe se puede tratar con antivirales específicos, los cuales “atacan” la
causa directa de la enfermedad. Se recomienda consultar a un médico; él podrá
decir si se requiere tratamiento, o si el reposo en cama y los líquidos son
todo lo que usted necesita para estar mejor. Las personas mayores de 65 años y
aquellas de cualquier edad con problemas crónicos de salud, siempre deben
contactar al médico si tienen gripe.
A
veces la gripe se complica con otras infecciones graves, tales como neumonía,
bronquitis, sinusitis u otitis. Si usted se siente seriamente enfermo, siempre
debe hacer la consulta médica.
El
reposo es importante para ayudar a sentirse mejor. Además, así es menos probable que transmita la gripe a otras personas. La
gripe sigue siendo contagiosa durante 3 o 4 días luego de aparecidos los síntomas.
Los
líquidos calientes pueden aliviar la sensación de congestión.
Para
los dolores y la fiebre se puede tomar alguna medicación, tal como paracetamol.
Nunca debe darse aspirinas a los niños menores de 12 años que tienen gripe (o
cualquier enfermedad que se sospeche que está causada por un virus), debido al
riesgo de un efecto adverso grave, conocido como síndrome de Reyé.
Los
médicos pueden prescribir una medicación antiviral específica que ataque al
virus causal de la enfermedad; esta medicación debe tomarse dentro de las 48
horas del momento en que aparecen los primeros síntomas, para reducir la
severidad de los mismos y la duración de la enfermedad, así como las
posibilidades de contagio.
Diferencia
entre gripe y resfrío. Ambos son
infecciones virales. Un resfrío es una infección viral menor, de nariz y
garganta.
En
cambio, la gripe, producida por el virus de la influenza, habitualmente es más
severa, con fiebre elevada, dolores y agotamiento, como se indicó más arriba.
A
diferencia con la gripe, en el resfrío es raro que haya fiebre y dolor de
cabeza y los dolores, que en la gripe son habituales y a menudo severos, en el
resfrío son leves. En la gripe la fatiga y la debilidad pueden durar 2 o 3
semanas y en el resfrío son muy leves. Grado de agotamiento y dolor torácido
en la gripe es importante y en el resfrío es leve o moderado.
En
el resfrío, la obstrucción nasal y los estornudos son comunes y habituales,
mientras que en la gripe es a veces.
Por
último, las complicaciones en el caso de gripe son severas y en el resfrío sólo
leves.